octubre 12, 2024

Quién tiene mascotas sabe que dado que los aromas de nuestras plantas suelen ser bastante penetrantes, muchos perros suelen ser atraídos por ellas y terminan acostumbrándose a comérselas, también están los gatos que hacen sus delicias afilándose las uñas con ellas. 


La primera reacción es …. #@$##”$”$%”% y después comienza el hervidero de instintos asesinos hasta que nuestro pichicho nos mira con los ojos rojitos como diciendo “estaba rico… hay más?” y de la ira pasamos a la depresión. 


Muchos comenzarán a poner cosas entre las plantas y el animal, pero la realidad es que una vez que la prueban les encanta y cada vez que puedan, van a llegar a ella. Que podemos hacer?

Primer paso: Prevención

Cuando abonamos nuestras plantas, generalmente, utilizamos productos con bastante olor, el guano, las micorrizas, harina de hueso, harina de pescado (delta9). Piensen que sus mascotas tienen al menos 100 veces mas sensibilidad a los aromas que nosotros. por tanto cuando adicionemos estos productos en tierra trataremos de hacerlo al menos a medio metro de nuestras plantas y no donde nuestras mascotas puedan querer cavar y con ello arrancar las raíces.


No permitir en ningún momento que nuestras mascotas prueben el cannabis es otra de las reglas.


Si tenemos gato hacerles un poste para que afilen sus uñas, ya sea comprándolo en una tienda de mascotas o  haciéndolo en casa ( hay millones de videos en google de como hacer un poste para gatos)

En caso de que sus mish mish (o_O) decidan que la maceta de su planta es un baño adecuado, lo ideal es hacer un bloqueo físico con un par de tablas, es muy importante que no se pongan cosas sobre la tierra, sino sobre los bordes, así evitamos compactar el sustrato! En el caso de que esto haya pasado, tenes que actuar rápido y hacer un lavado de raíces!

Segundo paso: 

Soluciones físicas

Digamos que nuestro perro ya nos destrozó la primera planta, lo que tenemos que hacer ahora es detener al chucho para que no vaya a comerse las flores de papá/mamá.


Una solución es poner un cerco físico, que no permita que el animal se acerque a la planta, siempre que pongamos un cerco tendremos que asegurarnos de que la distancia a nuestras plantas sea la suficiente para que nuestro súpercan no pueda alcanzarla con el hocico.

Mi elección personal “El Boyero” es un dispositivo que se utiliza en muchos campos para contener a los animales sin un cerco. Consiste de un dispositivo eléctrico y un hilo de alambre. Este hilo queda electrificado con bajo amperaje, y le pega una patada leve pero esto asusta al animal y a la segunda que reciba un choque ya no se acercará más y bastará con dejar el hilo aunque no lo conectemos (esto dependerá de lo duro de entender que sea nuestro fiel compañero). Este método no daña al animal y nos evita el tener que estar llenando nuestro jardín de cercos.


Soluciones químicas caseras

Como en cada ocasión siempre tenemos los remedios de la abuela!, lo que podemos hacer es usar ese olfato tan desarrollado que tienen en su contra. Veamos las opciones:


  • Filtros de café embebidos en vinagre de alcohol, los dejamos secar al sol y después

    los distribuimos cortados en tiras por donde no queramos que el animal esté.

  • Cítricos, los perros los detestan, utilizaremos las cáscaras de limones, pomelos y naranjas, las cortaremos finamente y las distribuiremos por los lugares que queramos proteger.
  • Polvo de chile, esta especia podemos comprarla en las dietéticas, le da un picante sabor a nuestras comidas y si lo espolvoreamos en nuestras plantas  le dará un buen picor a la lengua de nuestro can y si lo huele seguramente descartará lo que sazonemos.




Bien, esto es todo por ahora, vuelvo a insistir que el boyero es sin dudas la solución más efectiva y menos molesta en todo sentido!


Salute y Paz
~Ener1


Cultivando y educando luchamos contra el narcotráfico.

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